Cuatro días en Berlín dan para mucho, pero se necesita más. Me han quedado muchas cosas por ver, unas por olvido, otras con conocimiento de causa, para tener una excusa para volver, y esta vez acompañado. Lo primero que me llama la atención es la calma, acentuada por las inmensas avenidas. Cuesta creer que esta sea la capital de uno de los paises con más peso en Europa, aunque también cuesta creer la velocidad con la que ha salido después de una guerra devastadora y ser testigo de la separación de dos mundos y su guerra. El famoso Muro de Berlín dejó una isla capitalista en mitad del comunismo, pero también separó parques, avenidas, familias enteras!!! Hoy se puede ver una hilera de adoquines en el suelo a modo de cicatriz que recorre toda la ciudad y que todavía no se ha borrado en la mente de muchso de sus habitantes. Cuesta creer que solo hace 20 años, hubiera sido asesinado por hacer los recorridos que hice por la ciudad.
Pero para empezar a recorrer el tour guiado, pongamonos algo de música.
http://www.youtube.com/watch?v=l8CDERzun4k
Para empezar, vemos al "Hotelazo", una casa donde hay dos habitaciones para compartir de 6 personas. La verdad es que es bastante barato, en total fueron 50 euros con desayuno incluido, y cocina para poder hacerte tu propia comida. Esta era mi cama, el resto de la habitación eran literas, a si que tuve suerte. Compartí la habitación con 3 tias y un tío, eran holandeses y viajaban juntos.
Tras instalarme y desayunar un poco, entremos en harina. Para empezar una vuelta a los alrededores del hostel. Esta en una posición inmejorable, entre el checkpoint charlie y la puerta de Brandemburgo. El Checkpoint Charlie es la puerta más famosa que había del muro de Berlín, en este lugar estuvo a punto de desencadenarse una guerra total entre los dos mundos cuando se confrontaron 2 tanques cargados preparados para disparar ante cualquier movimiento enemigo. Ahora es el lugar más odiado por los berlineses ya que se ha convertido en una atracción de circo, yo cuando lo ví, les compredí tanto que nisiquiera tengo fotos sobre el lugar, esta foto es de un fragmento del muro que se conserva en ese lugar.
Este es uno de los famosos carteles que había en los pasos fronterizos alertando a la gente que estaba pasando al Berlín del este. Como se ve en el letrero, se aprecia el deseo de hacer sentir a los alemanes como lso perdedores de la guerra, ya que el aviso en alemán se encuentra el último de todos y en un tamaño más pequeño que el aviso en inglés, ruso y francés.
Bueno pues empecemos con el tour, esta es la puerta de Brandemburgo, coronada por la diosa Victoria. Durante la puerta quedo derruida y la estatua de la diosa destruida, pero gracias a los moldes que hizieron los nazis de todos las estatuas de la ciudad, se pudo hacer una réplica perfecta. Para que luego digan que los nazis fueron malos....
Los edificios de alrededor de la plaza sehicieron de una altura similar a la de la puerta, de tal manera que la puerta captara la atención de los viandantes.
Durante la época del Muro estar en esa plazasignificaba la muerte, ya que estaba entre el Muro y otro muro interior. Por allí solo pasaban los soldados para evitar fugas.
Crucemos la puerta y guiremos a la derecha, tras bordear un inmenso parque, llegamos al Reichstag, el parlamento alemán. En frente de él hay un pequeño recordatorio a las víctimas políticas de los nazis. A la cúpula de cristal del tejado se puede subir y es gratis, eso sí, ve pronto, a partir de las 9 se forman colas de 2 horas.
Volvamos sobre nuestros pasos y dejemos el bosque a la derecha, aquí vemos el Memorial del Holocausto. Puedes meterte entre los monolitos siempre que no comas ni fumes. La sensación al atravesar el memorial es de angustia, ya que aunque al principio los monolitos no son más grandes que un banco, hacia el centro cogen una altura de tres metros.
Más tarde pasamos por la gendarmenmarkt. Era una plaza muy famosa entre los franceses, en ella se encuentran dos iglesias totalemnte iguales una enfrente de la otra, como si fueran dos gemelas.
Callejeando un poquito más, llegamos a una plaza enorme donde está la universidad de derecho. En esta plaza fue donde los nazis quemaron todos los libros contrarios a sus ideas la noche del 10 de mayo de 1933. En el suelo, existe una cita de un filósofo alemán de unos años atrás que reza "Ahí en donde se queman libros, se terminan quemando también personas".
También en esa plaza hay un memorandum a ese acontecimiento a modo de un cristal opaco por el que, si os fijais bien, se ven estanterias totalmente vacías. Digamos que representa "la presencia de la ausencia".
Sigamos poniendo música.
Volvamos de nuevo a la Unter Den Linden. Esta avenida comunica la puerta de Brandemburgo con la Alexanderplatz. Avenida ancha, llena de árboles. Aquí tendrás la oportunidad de comer en cualquier puesto el Currywurst, que no es más que una salchicha cocida con una salsa curry.
Desde esta avenida, como casi desde cualquier punto de la ciudad, se puede ver la torre de televisión. Fue una contrucción del Berlín del Este para demostrar su superioridad tecnológica por aquella época, aunque el tiro les salió por la culata, ya que la esfera de cristal siempre reflejaba una cruz a la luz del sol, algo no muy bueno en el este.
A la torre se puede subir, cuesta 10 euros y te dan hora para subir, por lo que no tienes que eseprar colas, aquí vemos la avenida Unter Den Linden que termina en la puerta de Brandemburgo, justo donde empieza el maravilloso parque-bosque.
Pero no adelantemos acontecimientos, antes de llegar a la Alexanderplatz, pasamos por la isla de los museos, hay algunos apasionantes y los jueves es gratis entrar en ellos, pero ya sabeis mi poca ilusión por ver museos.
En esa isla también esta la catedral de Berlín, presidiendo un hermoso parque donde siempre está lleno de gente.
Ahora sí, llegamos a la Alexanderplazt, aquí esta el ayuntamiento. Me encantan los edificios con relojes, como las estaciones de trenes, tienen un encanto especial.
Por esa razón, no entiendo las estaciones sin reloj, como la que hay precisamente en Berlín, tan moderna como fea.
Bueno pues tras mi tour guiado, y tras el turno de ruegos y preguntas nuestro guía me dió un consejo bastante bueno, que pasara de más guías por otras zonas y que me perdiera por la ciudad. Y así hice, cámara en mano, mochila al hombro y a andar, que ya habrá tiempo de descansar en el cementerio.
Ahí fue donde tome contacto con la ciudad de verdad, y me encantó. Todo lleno de parques, lleno de gente... lo que más me sorprendió es que había gente de cualquier edad y caracter, tan pronto veias una estudiando mientras toma el sol, como otros fumando hierba o padres tomandose una cerveza mientras sus hijos corretean por ahí. La ciudad es muy pintoresca y muy tolerante con los demás.
Estas dos fotos son del gran parque-bosque que gobierna la ciudad. Justo en el centro se encuentra un monumento a la reina Victoria (demasiados monumentos a esa diosa para ser el pais que perdió las ods guerras mundiales).
Esta era una de las casa ocupas que existían, el cartel de la entrada lo dice todo. No me atreví a entrar, aunque cuentan que por dentro molan un huevo.
Unos de los días perdidos en la ciudad, comí en un restaurante español donde conocí a una española muy maja, aunque estaba más buena la sepia a la plancha servida con patatas y ensalada que me comí. Todo, junto con la cerveza de trigo, 11 euros.
Este es una dee las imagnes más famosas del Muro, representa la unión de los dos sectores de la ciudad. Es curioso como los habitantes del Oeste tenían una visión del muro diferente a la de sus paisanos del Este, ya que mientras los primeros podían acercarse a él todo lo que quisieran e incluso hacer graffittis, los habitantes del Este no podía acercarse a menos de 10 metros. Resulta curioso que justo el sector que rodeaba por completo al otro era el que se sentía como en una cárcel.
Una de las pocas atracciones en el corazón de la Berlín del Oeste, La Broken Church. Es una catedral que quedo derruída durante la guerra y que los habitantes de Berlín decidieron dejarla así para que estuviera presente el dolor de la guerra y que no se volviera a repetir, a su lado han construido una iglesia más moderna en forma de hexagono con su campanario. Dada la forma de los edificios, las berlineses lo llaman el pintalabios y el polvorete. En la segunda foto, aunque borrosa, se aprecia mejor el porqué.
Bueno, y este fue a grandes rasgos mi viaje por Berlín. Poco emocionante en lo que respecta a mí, pero esta ciudad lo compensa todo.
Me parece genial el reportaje!!!
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