martes, 24 de febrero de 2009

Asentándome en Linköping

Hoy, con los primeros ratos de sol iluminando mi habitación por primera vez desde que llegara aquí hace 3 días, he pensado que es un buen momento para escribir ¿Para que salir a la calle para aprovechar estas horas de sol lo máximo posible?

Han sido 3 días muy intensos, sin tiempo para respirar. Son tantas cosas laqs que quiero contar, que no se ni por donde empezar, bueno sí, por el principio. Linköping nos recibió con una nevada ligera, casi morimos de frio esperando a que nos recogiera a Rocho, pero la sonrisa no se nos borraba, aunque pronto lo hizo, en cuanto vimos que el sofa-cama era más bien un par de cojines tirados en el suelo, aunque yo en el fondo sabía que esto, estando los 3 de por medio, no podía empezar bien.

La verdad es que esto es la ostia, todo esta precioso nevado, aunque temo por mi vida cuando nos compremos las bicis. Desde neustra habitación tenemos vistas un bosque que rodea toda la residencia de estudiantes. Y estamos a solo 5 minutos andando de la discoteca, donde esta noche pensamos pasarnos a ver que se cuece.
Estos días nos hemos dedicado a asentarnos. Teniamos mucho que hacer: comprar las camas y los muebles de nuestra habitación, comprar unas bicis, organizarnos con las cosas de la casa... (a mí desde las lentejas incomibles que hice ayer, me han prohibido entrar en la cocina). Nos lo hemos pasado como enanos conduciendo una furgoneta po la nieve, montar en bici por mitad del bosque o simplemente, enamorándonos de todas las mujeres que tenían la desgracia de cruzarse por nuestro camino. Yo por lo pronto, amo totalmente a una cajera del Hemköp, sus trenzas me han cautivado.
Eso sí, eso de los horarios europeos no lo llevamos muy bien, de hecho, hemos empeorado los horarios españoles. Nuestra media de comer está alrededor de las 6 de la tarde, la de cenar en la 1 de la mañana, por supuesto mientras se ve un capítulo de Smallville en el proyector del salón.
Como una imagen vale más que mil palabras, aquí os dejo unas cuantas.
Linköping C a la 1 de la mañana y nuestra pedazo de furgoneta trompeadora.


Nuestra pantalla del salón mientras jugamos al GT3. Siendo sinceros, estuve a punto de empezar a correr para que no me atropellaran.
Esta es la carretera que rodea nuestra redidencia.
Nuestra pedazo de habitación, mi cama es la de la derecha, el lado del hombre.
Nuestras pedazo de garrafas de aceite totalmente congeladas.


Follar no sé, pero hambre seguro que no pasamos.

Lo que viene siendo una cena normal, unos filetes de Panga a la plancha con una ensaladita de arroz y pimientos y unas endivias con crema de roquefort.

Hoy hemos comprado las bicis, les hemos sacado unas bicis cojonudas por menos de 60 euros. Esto es vida, ni siquiera la compra nos ha parecido cara, en España nos tienen engañados.

1 comentario: