Subiendo la montaña me iba dando cuenta de que esto era un engaño, toda esa gente que nos aseguraba que la habían visto no podía haber subido la montaña, que de toda esa gente, habría algún listo que sabía lo que le esperaba y se quedo en la falda de la montaña, o en las faldas de alguna. Pero cuando eres guiri la desesperación por creer que es tu única oportunidad de ver algo único puede más que la inteligencia del mismísimo Einstein. Y hay otra razón poderosa, el egoismo, de la misma manera que la gente que nunca juega a la loteria en todo el año compra el décimo del trabajo en la loteria de navidad por si toca no tener que aguantar felicidad ajena, todos nosotros subiamos por no querer perderse algo que podría ver el que esta a su lado, y nadie podría aguantar eso.
Después de sufrir la pista de esquí lo ví todo, juro que lo ví, estaba el cielo lleno... de gamusinos. Los había de todos los colores: blancos, verdes, rojos... Era impresionante, iluminaban todo el cielo. Allí recordé lo que me reía yo cuando ibamos a cazarlos con amigos incautos en mi pueblo, y solo allí me dí cuenta que simplemente por el buen rato que pasas merece la pena subir una montaña, o cargar con un saco de piedras.
Aquí estoy yo, en bañador y con 15 grados bajo cero, si es que lo que hace uno por cuidar la sangria! Por cierto, porque el único polo que me queda medianamente bien tiene que ser de propaganda????????
Después de dar fe de la temperatura exterior a la que nos enfrentamos (-3,6 grados al principio de la "excursión") cuando, ya en la colina, nos tumbamos a ver el cielo (para haber cogido un pasmo), toco sesión de sauna para relajar músculos.
Que fuerte Rober!!!! Estás de la azotea, en chanclas y con bañador en la nieve...... te digo yo..... el resto genial. Me das envidia. Besos
ResponderEliminarWTF???
ResponderEliminarJajajaja
Rompiendo moldes, well done!
"El teacher"