jueves, 5 de marzo de 2009

Trip to Kiruna, first day: A la caza de los gamusinos.

Siendo sinceros, nos lo mereciamos. Siempre riendonos de los guiris extraviados por el centro de Madrid buscando no sabe el qué en ningún lugaren concreto. Ese primer día del viaje la cosa cambió por completo. Nos las devolvieron, y todas juntas. Dicen que la venganza se sirve en plato frío, y en ese sentido lo clavaron. En una fria noche a -15 grados nos hicieron subir una montaña totalmente nevada de 300 metros de desnivel con una pendiente criminal con el anzuelo de que veríamos la aurora boreal, ese santo grial que nos hizo recorrer 1000 kilómetros hasta sobrepasar el círculo polar.

De camino a la montaña, todo el mundo que encontrabamos nos decía que la habían visto, que la noche era despejada y que al otro lado podríamos escapar de las luces del pueblo y verla. Pues nada, si se ve, pues nos vamos. Agarramos los pantalones de nieve, las botellas de sangría (que pronto se convertirían en granizado) y nos tiramos al monte, con dos cojones, que para eso somos como niños de 5 años.

Subiendo la montaña me iba dando cuenta de que esto era un engaño, toda esa gente que nos aseguraba que la habían visto no podía haber subido la montaña, que de toda esa gente, habría algún listo que sabía lo que le esperaba y se quedo en la falda de la montaña, o en las faldas de alguna. Pero cuando eres guiri la desesperación por creer que es tu única oportunidad de ver algo único puede más que la inteligencia del mismísimo Einstein. Y hay otra razón poderosa, el egoismo, de la misma manera que la gente que nunca juega a la loteria en todo el año compra el décimo del trabajo en la loteria de navidad por si toca no tener que aguantar felicidad ajena, todos nosotros subiamos por no querer perderse algo que podría ver el que esta a su lado, y nadie podría aguantar eso.
Después de sufrir la pista de esquí lo ví todo, juro que lo ví, estaba el cielo lleno... de gamusinos. Los había de todos los colores: blancos, verdes, rojos... Era impresionante, iluminaban todo el cielo. Allí recordé lo que me reía yo cuando ibamos a cazarlos con amigos incautos en mi pueblo, y solo allí me dí cuenta que simplemente por el buen rato que pasas merece la pena subir una montaña, o cargar con un saco de piedras.



Aquí estoy yo, en bañador y con 15 grados bajo cero, si es que lo que hace uno por cuidar la sangria! Por cierto, porque el único polo que me queda medianamente bien tiene que ser de propaganda????????










Los españoles como siempre liándola, robando un carro (y lo que no era el carro) del supermercado para llevar las cosas a casa.













Después de dar fe de la temperatura exterior a la que nos enfrentamos (-3,6 grados al principio de la "excursión") cuando, ya en la colina, nos tumbamos a ver el cielo (para haber cogido un pasmo), toco sesión de sauna para relajar músculos.

2 comentarios:

  1. Que fuerte Rober!!!! Estás de la azotea, en chanclas y con bañador en la nieve...... te digo yo..... el resto genial. Me das envidia. Besos

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  2. WTF???
    Jajajaja
    Rompiendo moldes, well done!
    "El teacher"

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